martes, 15 de marzo de 2011

Invisible, perfecta, mala

Si soy invisible nadie se acercará a mí, nadie me hará daño, nadie me obligará a hacer cosas que no quiero, nadie podrá ver la clase de basura que soy, nadie sentirá vergüenza de estar relacionado conmigo, nadie tendrá que saber mi secreto. Soy tan poquita cosa que no vale la pena el esfuerzo de sobresalir en algo, ¿para qué, si todo lo hago mal... si todo lo dejo a medias? ¿para qué, si soy una tonta? ¿para qué, si nadie me quiere y no merezco que lo hagan? no merezco que cuiden de mí. Si alguien se da cuenta de mi existencia... ¿qué voy a hacer? seguro que alguien no le gustará eso y me hará daño. Soy tan minúscula que da lo mismo si estoy o no en este mundo, vengo sobrando; ni siquiera mi familia cuida bien de mí, soy una carcasa que da la apariencia de estar bien pues tan solo soy una molestia, MI VERDADERO YO TIENE QUE SER INVISIBLE. Lo que hay más allá de las paredes de mi habitación, ese mundo, no es para mí.

... Pero quiero que me quieran, quiero que cuiden de mí, quiero que me quiten este dolor, quiero ser buena en una cosa, solo una, no pido más; quiero saber lo que se siente lograr algo, quiero saber lo que se siente que la gente te aprecie sin sentir miedo, quiero saber lo que siente no tener ataduras, una mordaza... aunque sea por un día, por unas horas, quiero que una persona, una... no pido más, me diga que soy capaz de hacer algo bien. No soy como los demás, si quiero tener eso aunque sea por un momento DEBO SER PERFECTA, tengo que exigirme más que los demás, hacer más que los demás, trabajar por más tiempo, aceptar más responsabilidades aunque no me correspondan, sólo así me querrán. Debo hacer todo al mismo ritmo que los demás y más, qué importa que esté deprimida o ansiosa, qué importa que sienta que me ahogo... eso sólo son pretextos para la mediocridad, en el fondo soy mediocre pero si hago todo lo que tengo que hacer ya no parecerá que lo soy. Con el tiempo y la carga de trabajo las voces dentro de mí se irán callando, el dolor se mezclará con el cansancio y ya no sentiré nada, al menos tendré un alivio y entonces podré hacer las cosas bien, como todos esperan que lo haga y entonces por lo menos alguien me querrá aunque sea un poquito, o por lo menos pensará que no soy una mediocre, una lacra.

...Por fin alguien se ha dado cuenta que puedo hacer algo bien, me ha dado miedo. Por fin alguien me muestra algo de aprecio, me siento mal, me siento acosada por tal demostración. Gente como yo no merece tal cosa, la vida está jugando conmigo, pero si me vuelvo alguien más del montón... pasaré desapercibida, ya no tendré miedo, ya no correré el peligro que alguien juegue conmigo...

Este ha sido uno de los grandes círculos viciosos de mi vida, me he alejado de la gente, he conocido gente nueva y me he vuelto a alejar, son pocos los que han sido constantes, los que permanecen a través de los años no sé por qué, tal vez porque veo en sus vidas algo que me recuerda a mí, tal vez porque han sido tan honestos conmigo, a pesar que soy una caja de sorpresas y secretos, que puedo tenerles confianza, tal vez porque han tenido su cuota de sufrimiento y sin necesidad de decirlo hablamos el mismo lenguaje... ese lenguaje que proviene del dolor y el miedo. He de reconocer que en la vida no todos aquellos que se cruzan en nuestro camino permanecen pero lo cierto es que cuando vivimos tratando de ocultar un secreto el número disminuye comparado con los demás.

De niña me arreglaba mi cuarto, sacaba buenas calificaciones, trataba de ser obediente, era una niña modelo en casa, en la escuela no me gustaba que me felicitaran por mis calificaciones no jugaba con los demás, odio ser el centro de atención, lo que hacía bien era para ganarme a mi madre, para que me llevara a vivir con ella, para que viera que no sería una carga; para que mi abuela viera que no era una niña problema y que mis tíos eran los que se portaban mal.

Ahora de adulta tal vez ya no me alejo de la gente como antes, tal vez me he vuelto un poco más selectiva, sigo sintiéndome incómoda cuando alguien me hace algún cumplido... aunque lo merezca, vaya que me cuesta trabajo reconocer mis propios logros, sigo pensando que lo que hago no es suficiente, que necesito ser algo más para agradar, para que la gente este orgullosa de mí. Me exijo tanto que simplemente me quedo sin energía, me pasa lo que a Ícaro, intento volar tan alto más allá de mis posibilidades que me quemo y me estrello dejando cosas inconclusas y con un terrible sentimiento de haber hecho algo terriblemente mal; me disculpo por cosas sin sentido como si fueran responsabilidad mía aunque no lo sean.

 
He aprendido poco a poco que no necesito ser perfecta para que me quieran, he aprendido que hay muchas cosas que puedo hacer bien y que si algo hago bien lo justo es que reciba algún cumplido sin que quiera decir que me acosan, he salido un poco de la coraza. He aprendido que mis limitaciones no son estigmas, que me hacen única y me dan la oportunidad de mejorar a mi propio ritmo.

He aprendido mucho de la gente que permanece en mi vida, de mis amigos, por pocos que sean, para mí son mi mundo, mi familia. Sé que no esperan más de lo que pueda dar, que estarán ahí cuando les necesite y creo que saben que aunque no sea muy expresiva en mis demostraciones de cariño les aprecio. Sé que me aprecian aunque no sea perfecta y que sea como la luna azul que aparece raras veces.

...Respecto a lo de ser mala, creo que nunca pretendí serlo y si lo fui francamente no lo recuerdo, más bien pretendí ser un chico más del grupo, me llevo mejor con los varones que con las mujeres, que mejor manera de pasar desapercibida que mezclarme entre ellos, eso sí... pobre del que se quisiera pasar de listo, me inventé el papel de chica fuerte, fría y de mal genio, que usa palabras altisonantes y que maneja el doble sentido al derecho y al revés, pero con el tiempo aquellos que se convirtieron en mis amigos se dieron cuenta que soy diferente a esa imagen y jamás me lo echaron en cara, me siguieron el juego y sin necesidad de explicaciones, creo que les divierte y eso a mi no me molesta pues se convirtieron en mis hermanos, unos que sí cuidaban de mí, incluso hay quienes aun se sorprenden de ver mi lado "suave", los hombres son más francos y directos, eso me agrada... sin malos entendidos, sin arrebatos hormonales, sin palabras a medias, sin tanto drama; alguien alguna vez me dijo que veía así las cosas porque los hombres en mi vida atacaban de forma directa y las mujeres en cambio eran más mezquinas y traicioneras, y que actuaba en consecuencia a la hora de relacionarme. Puede ser. Ya no soy tan "niño" e intento no ser tan paranoica a la hora de relacionarme con otras mujeres y no ser tan mandona y dominante con los varones.

En esto de los actos de desaparición y el perfeccionismo me falta mucho, más de lo que me gustaría, me dan ataques de ansiedad todavía cuando no cumplo con las expectativas que revolotean en mi cabeza y de pronto me dan ganas de no volver a salir de mi casa jamás, y si lo hago voy como caballo de carrusel, sin hacer contacto con nadie. Sigo siendo muy insegura y sigo pretendiendo serlo, tal vez algún día me lo crea.

Creo que al final de cuentas hay que ser invisible a la gente que no nos trae nada bueno y que nos puede dañar para que no tengan ningún efecto en nuestras vidas, y la perfección no es más que ser feliz con uno mismo, con la vida que logramos mientras sea de bien y con aquellos que valen la pena
 
http://pandorasboxasi.blogspot.com/