martes, 25 de septiembre de 2012

SOMBRAS.



Lo he visto en sus ojos. Nadie más se dió cuanta de ello. Nadie podría creerme jamás que aquello, estaba dentro de él.

Pero yo lo he visto una vez más. ¿Cuántas más aparecerá?
Es como una sombra tras el reflejo de la luz del techo en su mirada. Y cuando ésa sombra aparece, nada hay que pueda evitar que suceda lo que tiene que suceder.

Siento el corazón golpear mi pecho. Con tanta fuerza que temo que alguien se de cuenta de ello. Debo aprender a tranquilizarme. A no dejar que otros sepan de mi inquietud. Pero hoy no me es posible la serenidad. El miedo se apoderó de mí inesperadamente. Cuando menos parecía que la sombra viviría de nuevo en su mirada.

¿Qué he hecho? Algo tengo que hacer sin darme cuenta para que él sufra ése cambio.
Pero no sé qué es. No sé qué hay en mí para atraer a las sombras. Me gustaría saberlo para evitarlo siempre. Yo no quiero que suceda.

Quiero sentir su cariño como cuando la sombra no se apodera de él. Quiero seguir de su mano cuando me quiere de verdad. Pero no ahora. No en los momentos en que la sombra aparece. En éstos momentos todo es oscuridad...y terror.

Terror a que me haga daño, a que me obligue a hacer aquello tan sucio, a guardar silencio para que nadie nos oiga. Para que no se enteren.

Me voy a mi habitación intentando no mostrarme. Quiero dejar de existir por esta noche. Quiero irme sin hacer ruido, sin que se percaten. Convertirme yo también en una sombra, pero de las de verdad, de ésas que no hacen daño y a la que tampoco se le puede dañar.

Oigo que todos se acuestan, dejo pasar el tiempo. Escucho los sonidos de la noche y el crugir de otras camas.

Parece que todos duermen en la silenciosa noche. Pero el reloj me dice que ya han pasado dos horas desde que todos se acostaron y sé que pronto, la sombra llegará.

Ya la oigo por el corredor de la casa, siento sus sigilosos pasos acercarse y veo el manillar de mi puerta bajar para abrirse.

Es él. Con un dedo en la boca me ordena silencio. Mi cuerpo pequeño se echa a temblar. Pero no quiero ponerme nerviosa. La última noche que apareció la sombra, me puse tan nerviosa que me tapó la boca, para que nadie me escuchara gritar cuando quemó mis nalgas con su cigarrillo, para que dejara de llorar.

Él no quiere que nadie nos oiga.
No quiere que nadie sepa lo que me hace cuando la sombra aparece.
Es por mi culpa. Algo debo hacer sin darme cuenta. Él necesita castigarme para corregir mi maldad.
Y no se lo puedo decir a nadie, porque entonces, todos sabrán que soy mala de verdad...


Dice que si alguien se enterara me echarían de mi casa. Me internarían en un colegio para niñas malas y nunca, nunca más, volvería a mi hogar.
Sus manos ya están sobre mis hombros, me acerca a la cara esa cosa que guarda en los pantalones y cuando mis lágrimas mojan sus manos, sin que yo lo haya podido evitar, enciende un cigarrillo una vez más...
Sé que si me porto mal y no hago lo que él me dice, de nuevo me quemará...




UN BLOG CONTRA EL MALTRATO Y EL ABUSO SEXUAL INFANTIL

Buscando imagenes denuncia sobre el abuso a los menores para incluir en mi relato, encontré el blog cuyo enlace os dejo en cada una de las imagenes que del mismo me he traído.
Si estás en contra de la violencia física y sexual sobre menores, tu ayuda es necesaria para evitarlo. No mires hacia otro lado y denuncia. 
A.S.I. ¡nunca más! es un blog solidario contra el maltrato y el abuso infantil, donde su administrador nos da pautas a seguir y herramientas a utilizar contra los maltratadores y pederastas. Me ha parecido muy interesante todo lo que en él he visto y por éso os lo doy a conocer.

http://larebeldequenofui.blogspot.mx/